EL MUNDO
28 diciembre 2011
Cerebro obeso
Cristina de Martos
Las personas obesas muestran un patrón de lesiones en el
hipotálamo. La dieta influye en la aparición (y desaparición) de estas
alteraciones.
Los
roedores y las personas obesas muestran un patrón de lesiones en el hipotálamo,
una estructura cerebral relacionada con el apetito y el balance de energía. Dos
estudios publicados esta semana en 'The Journal of Clinical
Investigation' constatan la presencia de 'cicatrices'
en algunos núcleos de esta región y una disminución del recambio neuronal.
La
obesidad provoca cambios en el organismo que van más allá del depósito excesivo
de grasa. Las personas que la padecen, así como los animales, sufren
alteraciones en los sistemas de mantenimiento del balance energético y
experimentan inflamación en los tejidos -cosa que les predispone a varias
enfermedades-. Ambos fenómenos podrían estar relacionados aunque falta saber
cómo.
Un
grupo de investigadores de la Universidad de Washington (Seatle,
EE.UU.) ha analizado la aparición de inflamación en el hipotálamo de roedores
con obesidad inducida por la dieta y ha observado que los signos de inflamación
aparecen durante las primeras 24 horas del inicio de la alimentación rica en
grasas.
Aunque
estos cambios son inicialmente una respuesta de protección y se pueden revertir
con un cambio en la dieta, los autores confirmaron que si se mantenía la
ingesta de grasa la inflamación se volvía permanente. Además, observaron
también un aumento de la gliosis o, lo que es lo mismo,
la proliferación de astrocitos como respuesta a la
aparición de daños en el tejido nervioso; una especie de 'cicatriz'.
Este
último fenómeno, constatado en el hipotálamo de los roedores, también se vio en
humanos, que mostraban signos de gliosis en una
resonancia magnética. Estas pruebas "sugieren que la obesidad, tanto en
personas como en ratones, está asociada con daño neuronal en una región del
cerebro crucial para el control del peso", indican los autores.
Otro
estudio, publicado en la misma revista y firmado por investigadores del Beth Israel Deaconess Medical Centar y la Escuela de Medicina de Harvard
(ambos en EE.UU.), muestra cambios en el hipotálamo que complementan a los
anteriores. En este caso, los responsables se centraron en el recambio neuronal
de uno de los núcleos hipotalámicos que controlan el
peso y el apetito (el núcleo arcuato).
Trabajando
con ratones, observaron que las neuronas implicadas en la regulación del
balance de energía son sustituidas, en condiciones normales, cada cuatro a 12
semanas. Pero, como explica el trabajo, "la remodelación de estas neuronas
hipotalámicas está suprimida en los roedores con
obesidad inducida por la dieta".
Aunque
las causas de este fenómeno no están claras, los autores señalan que "debe
desempeñar un papel en la disfunción hipotalámica
observada en la obesidad" y sugieren, además, que las alteraciones que
esta enfermedad provoca en el cerebro "van más allá de cambios en la
actividad de las neuronas existentes e implican la regulación de los circuitos
nerviosos".